Los profesionales desempleados experimentan frecuentemente incertidumbre, desmotivación, estrés y ansiedad durante la búsqueda de empleo. Para los profesionales senior esta situación supone algunos desafíos adicionales como los prejuicios asociados a la edad y la adaptación a las nuevas tecnologías y a un mercado laboral en constante evolución. Para poder navegar este difícil período de transición, la inteligencia emocional se convierte en una herramienta esencial.
Un estudio publicado en el Journal of Work and Organizational Psychology que explora cómo la inteligencia emocional y la resiliencia actúan como recursos psicológicos clave durante el desempleo, encontró que una alta IE está relacionada con una menor sintomatología depresiva, mayor felicidad y comportamientos proactivos en la búsqueda de empleo, lo que indica que las personas con alta IE son más capaces de enfrentar los desafíos emocionales del desempleo.
Daniel Goleman, psicólogo y autor estadounidense popularizó el concepto de inteligencia emocional (IE) a través de su libro "Emotional Intelligence" publicado en 1995. Goleman definió la inteligencia emocional como “la capacidad de reconocer y gestionar nuestras propias emociones, así como de reconocer e influir en las emociones de los demás”.
Según este psicólogo, la inteligencia emocional comprende cinco componentes principales:
1. Autoconciencia: capacidad de reconocer y entender nuestras propias emociones. Por ejemplo, los constantes avances tecnológicos pueden abrumarnos, por lo que es importante ser consciente de nuestras propias limitaciones y de cómo a través de la IE podemos abordarlas con una actitud positiva y proactiva, buscando capacitación y apoyo.
2. Autorregulación: habilidad para manejar nuestras emociones de manera saludable. La inteligencia emocional ayuda a gestionar emociones como la ansiedad y el estrés, manteniendo una perspectiva positiva y proactiva.
3. Motivación: impulso interno para alcanzar metas más allá de recompensas externas. La IE fomenta la automotivación y la resiliencia, esenciales para seguir buscando oportunidades laborales y no desanimarse durante la búsqueda.
4. Habilidades sociales y de comunicación: la capacidad de construir redes sociales, de ser asertivo y de resolver conflictos. Las habilidades sociales mejoradas por la IE ayudan a construir y mantener redes de contactos, lo cual es fundamental para descubrir nuevas oportunidades laborales.
5. Empatía: la habilidad para gestionar relaciones interpersonales y trabajar en equipo. Debido a la actual diversidad generacional en los equipos de trabajo, esta cualidad es importante desarrollarla, siendo necesaria la comprensión y adaptación a diferentes estilos de trabajo, expectativas y valores para poder lideran equipos multigeneracionales.
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