En una tribuna anterior, titulada “Tu también puedes ser un profesional que vive de lo que ha aprendido”, ponía de relieve dos realidades:
- El hecho de que tú sabes mucho más de lo que crees que sabes
- Y cómo el mercado hace hueco para escuchar a estos profesionales que quieren compartir lo aprendido, dándoles muchas oportunidades para ejercer como formadores, conferenciantes o productores de contenidos.
Si te he convencido y quieres hacer tus pinitos, bien trabajando para una institución (universidad, academia o escuela de negocios) o bien creando y monetizando contenidos y cursos a través de internet, te cuento qué herramientas necesitarás.
Tanto si tu planteamiento es de senderista como de alpinista, no voy a engañarte: Estás ante un terreno exigente y también desconocido cuyas sorpresas pueden tener consecuencias que pagues caro. Por eso tienes que ir bien preparado: necesitarás elementos que te ayuden a orientarte, agua y comida, artículos para hacer frente a emergencias, ropa de abrigo y una navaja multiusos que seguro te valdrá para muchas cosas.
Uno aprende a hacer su mochila con lo que vea a otros paseantes pero sobre todo con lo que hay de echando de menos cada vez que ha salido al campo.
Ya verás que, poco a poco, irás haciendo “excursiones” cada vez más largas y exigentes, y entonces ya te plantearás el atreverte con la alta montaña, momento en el cual, tu mochila cambiará.
Por todo lo anterior, no voy a hablarte de un solo kit de herramientas, sino de dos:
El kit de principiante. Es obvio que, para empezar, no necesitas una mochila profesional. Que vale ir tirando con compras de gama baja, con lo que tienes por casa y con lo que te prestan otros.
Sin embargo, hay seis elementos que te recomiendo meter en ella:
1. La decisión sincera de comenzar a dar pasos como trabajador del conocimiento. Analizando tu nivel de entusiasmo con un modelo marcado por nuevas herramientas. Te recomiendo buscar referentes, amigos o desconocidos, que tengan la generosidad de compartir su experiencia como hacemos en Caminos de Knowmad.
2. Una reflexión honesta sobre si tienes o no madera de trabajador del conocimiento. ¿Cómo te llevas con la inseguridad, con la proactividad o con la autoconfianza y la autogestión? Y, más importante aún: ¿por qué quieres vivir de tu conocimiento? Dicen que sin propósito no hay energía para aguantar cuando llegan las dificultades.
3. Un mínimo de” forma física”. ¿Eres flexible o estás dispuesto a entrenar para serlo? ¿Tendrás suficiente paciencia para construir una reputación hasta que lleguen los clientes? ¿Cómo gestionas tu soledad? Ambas cosas requieren un entrenamiento mental importante.
4. El medio (o los medios) por el que vas a hacer llegar al mundo ese conocimiento. El mundo necesita “pruebas digitales para confiar en ti. Tú empieza por el medio que mejor se te dé (texto, imagen, video, audio…) para todos necesitas es un mínimo de alfabetización digital.
5. Cierta notoriedad. Aunque te ciñas al mundo offline, que sepas que tu alcance va a ser menor si decides moverte online. Aquí sí vas a necesitar un territorio digital (web, blog, perfil en RRSS…). Y mucha constancia.
6. Cero temor a la dispersión. muchos asocian conocimiento a ser un experto en un tema específico, pero no siempre sabemos qué tema será el bueno. Recomiendo probar y escuchar reacciones asumiendo que, muchas veces no somos nosotros quienes elegimos nuestra actividad, sino que es nuestro público quien lo hace.
El Kit de profesional. Cuando la actividad crece, y eres capaz de ganar dinero, toca adquirir unas herramientas profesionales, porque a un profesional se lo distingue siempre por sus herramientas.
Te recomiendo que dediques parte de tus nuevos ingresos a ir creciendo poco a poco, porque será tu actividad quien te vaya marcando las prioridades.
Las mías son éstas:
1. Herramientas de curación de contenidos, para inspirarme y seguir aprendiendo. Me gusta Feedly.
2. Herramientas para almacenar la información de manera eficiente, desde cualquier dispositivo. Uso OneNote
3. Herramientas para generar contenidos. Procesador de textos y una cámara, un micro o simplemente un buen móvil.
4. Herramientas para alojar contenidos. Hablo de un territorio digital (web, blog, canal youtube o tiktok…). Para ello uso wordpress y tengo el hosting con web empresa.
5. Una “dirección digital” que es un dominio asociado a tu nombre o a un concepto.
6. Herramientas para difundir tus contenidos. Hablo de perfiles en las redes sociales donde está tu público objetivo. Plantéate campañas de promoción y un software de gestión- Yo uso Hootsuite.
7. Un perfil en LinkedIn potente y trabajado, con publicaciones e interacciones frecuentes.
8. Herramientas de medición y análisis del alcance de mis publicaciones y también de las interacciones de mi público.
9. Herramientas para generar una línea de identidad visual. Foto, tipos de letra, colores, logo. Para generar logos puedes usar logaster.
10. Un PC y una ofimática segura (y te recomiendo que en la nube) para que sea acceso multi dispositivo.
11. Un correo profesional, sobre un dominio propio. Nada de gmails. Yo uso Office365,
12. Herramientas de edición de contenidos. Yo uso Filmora para edición de video, Audacity para el audio, OBS studio para clases y presentaciones, Mural para clases interactivas, Photoshop para edición gráfica y Picktochart para hacer infografías.
13. Un buen set de grabación, que incluya un buen anillo de luz, una webcam un poquito mejor que la que viene integrada con el PC y un micro. También un espacio donde os sintáis cómodos con el fondo .
14. Herramientas para hacer gestiones digitales. Un certificado digital y una aplicación de firma digital.
15. Gente. Hay quien piensa que lo fundamental es un mentor, pero yo soy de las que creo en que la unión hace la fuerza. Y recomiendo hacer equipo compartiendo contenido, pero también escucha, alegrías y penas. Relacionarte con gente que vibra en tu longitud de onda genera un entusiasmo e ilusión por verlos triunfar, y afecto que acaba haciendo proyecto. Perseguir la felicidad de manera individual puede acabar convirtiéndote en una persona más solitaria así que yo os propongo un cambio de chip y os invito a buscar el bienestar emocional, y también el económico, a través de la conexión de la contribución a una comunidad y de la vocación de servicio
Pero sobre todo, tómate en serio a tu comunidad y genera equipo. Comparte tu camino y ayuda a quien puedas, porque solo haciéndolo fortalecerás el único elemento imprescindible para llegar a la cima: Tu confianza.
Te invito a profundizar en el tema escuchando en Caminos de Knowmad, podcast de los trabajadores del conocimiento, el episodio titulado ¿Qué herramientas necesita un Knowmad?
Artículo escrito por Virginia Cabrera, fundadora de Cultivando Mentes Digitales