El Día Internacional de la Mujer también es una fecha para destacar los avances logrados en materia de igualdad en el ámbito laboral. Sin embargo, las dos últimas crisis económicas que hemos vivido: la del Covid-19 y la crisis económica del 2008, han provocado que este camino se haya podido ralentizar e incluso se esté revirtiendo en cuanto a los pasos alcanzados en la última década.
Según el Índice Women in Work 2021, en los países de la OCDE el empleo femenino ha caído 2 puntos desde el inicio de la pandemia y, aunque se prevé una suave recuperación para 2022, lo cierto es que será necesario duplicar la velocidad si queremos recuperar los hitos obtenidos para 2030.
En nuestro país la situación no es más favorecedora. Según los últimos datos de la EPA, el desempleo entre los mayores de 50 años alcanza el millón de personas, y de ellos, el 56% son mujeres. Estos datos reflejan que las mujeres han sido las grandes perjudicadas por la Covid-19 y son las que engrosan las filas del empleo precario y nos coloca como el tercer país de la OCDE con mayor tasa de desempleo femenino senior.
No obstante, el escenario no está claro. Expertos como Bimba Talentia, colaboradores de la etapa Impacto del Camino SAVIA prevén que este dato se incrementará en los próximos años con la generación baby boom (nacidos entre (1949-1968).
Ante esta situación, desde la consultora experta en talento femenino, denuncian la todavía “mentalidad excesivamente cerrada en las empresas respecto a la transversalidad del talento y la experiencia”. Es habitual que las profesiones, a partir de cierta edad, sean percibidas como obsoletas y esto está suponiendo que los baby boomers se estén invisibilizando. “Existe un pensamiento generalizado de que los seniors son más caros y menos adaptables. Se pierde de vista la riqueza de los equipos intergeneracionales y el valor de la experiencia. Estos obstáculos son derivados de los sesgos conscientes, y en muchos casos inconscientes, todavía muy presentes en la sociedad civil y empresarial”, explican Esther Muñiz y Montse Solera, fundadoras de Bimba Talentia.
Aunque la pandemia ha supuesto un antes y un después, el hecho de que las mujeres representen a casi el 50% del total de la población española, “nos convierte en un valor intangible para dar respuestas, sumar y trabajar juntos”, manifiestan desde Mujeres Valientes, la comunidad de mujeres emprendedoras y mención especial en la III Edición de los Premios +50 Emprende, liderada por María José Andrade.
Desde la ventana del emprendimiento tampoco hay mejores datos. El 31% de las iniciativas emprendedoras consolidadas son impulsadas por personas entre los 55 y los 64 años y el 39%, por perfiles que oscilan entre los 45 y los 54 años, según el Global Entrepreneurship Monitor. Sin embargo, el gender gap se mantiene, especialmente en las mujeres senior.
Aunque, afortunadamente, cada vez son más las mujeres que deciden poner en marcha su propio proyecto emprendedor. De hecho, como revela el estudio GEM, la actividad emprendedora entre las mujeres ha crecido un 10% en todo el mundo.
Una de nuestras finalistas de los Premios +50 Emprende, Celia López Rivero, CEO en Celia Rivero Desarrollo y Creación de Imagen, nos cuenta que después de más de 11 años como directora de negocio, se vio en la necesidad de buscar un nuevo rumbo a su vida profesional “Aunque es algo que no esperas, ni piensas que eso te va a ocurrir a ti, lo primero que decidí ante esta situación es que, hacia atrás, ni para tomar impulso”.
No obstante, también denuncia las dificultades con las que se ha topado en el camino del emprendimiento. “Me he encontrado con la realidad de mi generación: "La revolución digital. Cuando emprendes de cero y sin medios eres mujer orquesta, estás en formación continua con cosas que jamás pensé que fuera a necesitar, esto ralentiza todo”.
Un estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) desvela que un 47,4% de la población del mundo todavía cree que los hombres son mejores líderes políticos y para los negocios que las mujeres, lo que impide un mayor progreso hacia la igualdad de género.
Aunque algunas leyes y programas han abierto algunas grietas, esta barrera se mantiene fuerte. De acuerdo con el estudio, el 91% de los hombres y el 86% de las mujeres de los 75 países (81% de la población global) en los que se han realizado encuestas tienen al menos uno de esos pensamientos. “Durante mi trayectoria profesional, mis compañeros hombres siempre han tenido la oportunidad de ascenso y mayor retribución”, confirma Celia López.
Con el avance de las tecnologías, los cambios en nuestro entorno son cada vez más rápidos. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) recalca que la formación continua será un elemento clave para que las personas puedan aprovechar las nuevas tecnologías y actividades laborales que vendrán después.
En la última década, el número de participantes en cursos de aprendizaje, prácticamente, se ha duplicado: de 2,4 a 4,6 millones. Además, es entre los mayores de 55 años donde más ha crecido, hasta un 344%, según los datos de la FUNDAE.
Estos datos reflejan que para el talento senior femenino en desempleo, la solución pasa necesariamente por el reciclaje profesional, con una apuesta clara por la formación y el desarrollo profesional.
Por otro lado, desde Mujeres Valientes manifiestan la necesidad de “un compromiso firme por parte de las administraciones y las empresas. Un compromiso en el que la mujer pueda tener alternativas a través de la formación permanente para poder acceder al mercado laboral sin tener que demostrar que la edad es un inconveniente”.
Sin embargo, esto no es lo único. Las grandes empresas y multinacionales han estado prescindiendo de un gran activo: el profesional senior. “Un perfil que debe ser aprovechado por una sociedad que demanda, no sólo tecnología, sino también experiencia en sectores en los que ellos son fundamentales” afirman Mujeres Valientes.
Desde Fundación máshumano, como socio colaborador del proyecto Generación SAVIA junto a la Fundación Endesa, contribuyen a la empleabilidad de mujeres en desempleo para acceder al mercado laboral y para mejorar su bienestar profesional y personal. Por eso, desde el año 2008, llevan a cabo “Impulsa”, un programa formativo para reforzar sus capacidades, competencias digitales y de empleabilidad y mejorar su autoestima.
Gracias a esta iniciativa, han impulsado a más de 2.000 mujeres en desempleo y con responsabilidades familiares, contando en 2021 con el apoyo de Endesa y del Ayuntamiento de Madrid. Promoviendo el liderazgo de las mujeres en las organizaciones, potenciando la diversidad y el desarrollo del talento femenino en condiciones de igualdad, fomentando la corresponsabilidad y conciliación, y reduciendo la brecha salarial.
De esta manera, entre todos, contribuiremos a la construcción de una sociedad más justa, humana y equitativa. Y dejaremos este legado para futuras generaciones, donde, con una pirámide poblacional cada vez más envejecida en el mundo occidental y una esperanza de vida cada vez más larga, los seniors tendrán su sitio en el mundo laboral por obligación si no lo hemos conseguido antes por convicción.