Cada vez son más las mujeres que se deciden a montar su propio proyecto de emprendimiento. Sin embargo, todavía queda trabajo por delante para romper con las barreras que frenan los avances en materia de igualdad, especialmente si eres mayor de 50 años.
Las mujeres senior mayores de 50 años se enfrentan a una doble discriminación: el género y la edad . Entre otras acciones, es importante crear referentes que acaben con estas desigualdades y animen a otras mujeres a lanzarse al emprendimiento.
Desde Generación Savia y con motivo del Día Internacional de la Mujer Emprendedora , hemos recogido los testimonios de tres emprendedoras senior usuarias de la plataforma SAVIA, que, a pesar de las dificultades, han conseguido llevar a cabo con éxito sus proyectos: Ana Doval (Ana Doval Eco Bags, diseño de bolsos ecofriendly), Carmen Morando (Turnever Employer Branding Advisors, el primer sistema de gestión de Marca Empleadora) y Marta Ibáñez (Humaniza Salud , servicios de acompañamiento, coaching y formación).
En palabras de Carmen Morando : "Después de dejar mi trabajo en un banco, tras 24 años, me di cuenta de que lo que realmente me gustaban eran las personas y los Recursos Humanos. Quise reorientar mi carrera profesional en esa dirección, y me puse a estudiar todo lo que caía en mis manos relacionado con el sector. Pero me di cuenta de que sería muy complicado conseguir allí trabajo debido a mi falta de experiencia. Por lo que me planteé realizarlo por mi cuenta".
"Me encontré en ese camino con una persona dentro de SAVIA que buscaba socios y equipo para crear una Consultora de Employer Branding, y vi en esta situación una buena manera de empezar. Así comenzó mi trabajo en Turnever Employer Branding Advisors" destaca Morando.
"Soy informática de formación y he ejercido de ello muchos años en Venezuela. Vinimos a vivir a España porque a mi marido le salió una buena oportunidad de trabajo. Después de varios intentos por volver al mercado laboral siendo mujer, con más de 45 años y con una niña pequeña, empecé a sentir que le hacía falta un cambio a mi vida. Fue entonces cuando comencé a darle forma a mi proyecto de emprendimiento, el cual se vio interrumpido por un cáncer de mama, que lejos de debilitarme, me fortaleció hasta tal punto, que retomé con más ganas mi proyecto" nos comentaba Ana Doval sobre su cambio profesional.
Marta Ibáñez destaca que se decidió a dar el paso para conseguir realizarse personalmente: “Llegó un momento en que se produjo un quiebre entre mis valores personales y la manera en que la empresa, en este caso la Seguridad Social Sanitaria, condicionaba el trabajo que ejercía y mi vocación: cuidar”.
“Lo primero fue compatibilizar todo lo que conlleva la vida diaria con una niña de 9 años, mis padres mayores y con mi marido trabajando actualmente fuera de España la mayor parte del año. Para montar mi proyecto necesitaba formarme y compaginar esto con la vida familiar resultaba muy complicado. Me formé en diseño de bolsos en Madrid y asistí a jornadas de emprendimiento del EOI durante casi cinco meses, una o dos veces a la semana en una ciudad a 30Km de donde vivía.
Además, la parte económica es complicadísima porque los recursos para el negocio provenían de la economía familiar. Por eso, muchas cosas que podía delegar las hacía yo y eso me ocupaba mucho tiempo. A pesar de que las cosas no son fáciles, es muy gratificante ver crecer tu proyecto. Si tuviese que elegir, volvería a emprender”.
Para Morando, el enfrentarse a una situación nueva para ella con nuevos retos, ha sido el mayor desafío: “Después de trabajar durante 24 años por cuenta ajena, en una gran empresa en la que pensé que me iba a jubilar, todo es un reto. Nunca había trabajado como autónoma, siempre había tenido una nómina fija. Todo es nuevo, y constantemente me estoy retando a mí misma, ya que prácticamente todos los días me encuentro con alguna dificultad, y todos los días aprendo algo. Pero al mismo tiempo me voy dando cuenta de que día a día voy dando grandes pasos. Si estuviese en las mismas circunstancias, volvería a emprender”.
Emprender no es fácil, pero merece la pena. En palabras de Ana Doval: “Todo lo creado fue una vez soñado…Así que si tenéis un sueño no dejéis de trabajar para lograrlo. Nadie dice que sea fácil. Son muchas horas de trabajo, de dedicación, de complicaciones, de pequeñas y grandes batallas, y sobre todo de perseverancia y paciencia; pero al final habrá valido la pena”.
Es importante dejar a un lado las inseguridades y los miedos y tener un círculo de apoyo de confianza que te ayude a seguir adelante. Como comenta Morando: “No tengáis miedo y rodeaos de personas que os inspiren y os puedan a ayudar en un momento determinado, y seguid adelante. Cuando lo necesitéis, pedid ayuda y confiad en vosotras mismas y en vuestras capacidades. Quiero que seáis conscientes de que hay momentos complicados, pero que cuando se sale de ellos se hace con más fuerza y conocimiento”.