El cambio climático ha llegado a una situación de emergencia que impacta tanto el presente como el futuro del mercado laboral. Así lo aseguran diversos organismos y entidades como la Organización Internacional del Trabajo (OIT) o la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Y es que, según el informe Sostenibilidad ambiental con el empleo [enlace] , elaborado por la OIT, el 40 % del empleo mundial depende directamente de un entorno saludable y estable . Además, la ONU también alerta de que la crisis climática podría implicar la pérdida de muchos trabajos, el aumento de la necesidad de migración a corto o largo plazo y el empeoramiento de las condiciones de trabajo.
La transición a la economía verde inevitablemente provocará la pérdida de empleo en determinados sectores a medida que las industrias con un alto nivel de emisiones de dióxido de carbono y con una alta utilización de recursos vayan reduciéndose, aunque estas pérdidas de empleo se verán más que compensadas por nuevas oportunidades laborales. Ante este escenario, ya se prevé que para 2030, habrá una pérdida de 6 millones de puestos de trabajo, pero, habrá una creación de 24 millones de trabajos nuevos a nivel global , siempre y cuando se adopten e implementen prácticas sostenibles.
Para alcanzar estos objetivos, la Unión Europea puso en marcha en diciembre de 2019 el llamado Pacto Verde Europeo “The European Green Deal ”, que establece una nueva estrategia para transformar la Unión Europea en un continente próspero, con una economía moderna y ecoeficiente.
Desde la óptica del empleo, la sostenibilidad del medio ambiente es crucial. De hecho, la mayor frecuencia e intensidad de los desastres naturales relacionados con la actividad humana ya han mermado la productividad. Por tanto, para contrarrestar estos efectos, se están creando los denominados empleos verdes . Los empleos verdes son “puestos de trabajo que contribuyen a preservar o restaurar el medioambiente, ya sea en sectores tradicionales como la fabricación y la construcción, o en sectores ecológicos nuevos y emergentes como las energías renovables y la eficiencia energética”, según la definición dada por la OIT en el informe Green Industrial Skills for a Sustainable Future . Por tanto, estos empleos ayudarán a mejorar la eficiencia en el uso de la energía y las materias primas, reduciendo así los residuos y la contaminación.
La transición verde va a ocupar un lugar central en la recuperación de la economía española. Se necesita promover una perspectiva más verde y sostenible de importantes industrias como el turismo, la energía o el sector servicios, y a la vez, abrir un espacio mayor a la industria digital y de innovación
Adicionalmente el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC) estima que el crecimiento en número de empleos verdes en España podría resultar de un 1,7% en 2030 , esto es, entre unas 242.000 y 348.000 personas por año.
Esta transformación se está acelerando. Nos encontramos en el momento preciso para asegurar una correcta transición hacia un nuevo modelo laboral verde que se enfoque en el desarrollo de los tres pilares fundamentales: ambiental, social y económico.
Pero ¿qué empleos forman parte de esa economía verde? Según los datos del informe Empleo en sostenibilidad y medioambiente elaborados por UNIR e Infoempleo, estos serán los empleos más demandados en nuestro país:
Una aproximación distinta es la de vincular empleo verde a aquellos puestos de trabajo en los que se valoren conocimientos vinculados a un mejor desempeño ambiental o sostenible, independientemente del impacto final del puesto en concreto. Se trata de un concepto claramente vinculado con el fenómeno denominado la gran reorganización (great reshuffle en inglés) que conecta esta transformación empresarial hacia los objetivos climáticos y el fenómeno de “la gran dimisión” (que profundiza en como el talento ha hecho una importante evolución hacia la búsqueda del propósito y la sostenibilidad en sus expectativas laborales). El talento es cada vez más consciente de la importancia de la sostenibilidad empresarial y se prepara decididamente para ello.
Un ejemplo de esta concienciación es Icíar Martín Aresti , finalista de la III edición de los Premios +50 Emprende y fundadora de Añino Regina Merina , una marca de lana sostenible que nuestra finalista ideó con el objetivo de aprovechar la lana como recurso, no como residuo, en apoyo a la ganadería en extensivo que tanto bien les hace a los suelos; prescindir de derivados del petróleo, hacer una producción con mucha calidad y con durabilidad; trazar diseños con buenos acabados, atractivos para el consumo del creciente público ético que es cada vez más numeroso en España.
Como Icíar, ya son varios los perfiles profesionales que están destacando en materia de sostenibilidad: los departamentos de diseño y control de calidad, los ingenieros (tanto para puestos directivos como en departamentos de investigación), profesionales en salud e higiene laboral, ambiental, protección medioambiental y educación ambiental. Para cubrir estas posiciones, la fundadora de Añino Regina Merina reclama la importancia de los profesionales +50 en la sostenibilidad. “Creo que el talento senior es determinante para todo lo que huele a sostenibilidad. Al fin y al cabo, ¿cómo hemos vivido nosotros al margen del nivel adquisitivo de nuestros hogares? Pues con austeridad energética, con ingenio, usando calidades duraderas. Nuestras vivencias, experiencias y nuestro mayor grado de sensatez es el que debe liderar estas nuevas actitudes en la vida y en la empresa”.
En el informe ‘ Jobs 2030: Futuro del empleo. Empleo verde y transición justa en el futuro del empleo’ , elaborado por forética, identifica las cinco habilidades más demandadas y las categorías a las que pertenecen:
También los sectores donde existe más presencia actual de habilidades verdes:
Y señala aquellos con grandes perspectivas de avance:
En este informe España ocupa el 9º puesto entre los países del mundo que más habilidades verdes está utilizando y demandando de media en los puestos de trabajo (midiendo la intensidad de las habilidades verdes, con casi un 50% más de utilización de habilidades verdes que la media global).
Entre las características diferenciales en España destacan la transversalidad ; uno de los países con actividad económica en un mayor número de sectores con competencias verdes y la profundidad; mayores niveles de demanda de habilidades verdes que la media mundial en esos sectores
Estos datos reflejan, tras el impacto de la pandemia en nuestro país, la necesidad de replantear el modelo productivo, dejando atrás una economía centrada en el turismo y el sector servicios, para dar protagonismo a la industria, la digitalización, la innovación y la sostenibilidad ambiental, más resistentes al entorno VUCA que, sin dudarlo, ha venido para quedarse.