La IV edición de los Premios +50 Emprende nos ha dado la oportunidad de conocer uno de los proyectos más sabrosos del panorama gastronómico andaluz: Salsas Quietud, una propuesta de salsas picantes estilo Luisiana fermentadas con vinagre de jerez y llevada a cabo por Julio Estalella, el segundo ganador de los Premios +50 Emprende que tras 27 años de trayectoria profesional y vivir un ERE con pocas posibilidades de reincorporación, decidió lanzarse y emprender esta nueva aventura creando su propio océano azul: ‘salsas picantes con sabor mediterráneo’.
Julio, un jerezano de 55 años e ingeniero de profesión, como otros profesionales seniors de su edad, su carrera profesional en el sector de la energía y la infraestructura concluyó, lo que le supuso encontrarse con un gran cambio que no esperaba ‘el síndrome del teléfono apagado’. “Ya nadie me cogía el teléfono, fue un momento de grandes desilusiones porque me di cuenta de que la gente ya no estaba ahí”. A esta situación, a Julio se le juntaba la principal razón de su intranquilidad: sus cuatro hijos, a los que tenía que seguir dando de comer.
Meses más tarde, la casualidad se le presentó en la plataforma de Youtube donde encontró el vídeo que originó un cambio en su carrera profesional “Como hacer tu propia salsa tabasco”. “Pinché el vídeo y a partir de ahí mi vida profesional cambió”, recordaba Estalella.
Una vez con la idea en la cabeza, nuestro ganador de los premios +50 Emprende comienza a estudiar todo lo referente al sector gastronómico y, en especial, al mundo de las salsas picantes para así encontrar su propio hueco en el mercado. “Estudiar me hizo descubrir que la propuesta de valor que hacen todas las marcas es la imagen de un demonio como símil de salsas picantes, pero este no era mi propósito”, explica Julio.
De hecho, la idea de Julio era diferente. El fundador de Salsas Quietud buscaba una salsa picante para que se disfrutase, para ello, son esenciales los ingredientes que aporten sabor, junto a un proceso de fabricación lento debido a la fermentación. “Yo soy senior y me gustan las cosas con calma”. Esta filosofía se aprecia en la historia de cómo surgió este producto.
Durante una cata en su casa de Sevilla con varios amigos surgió una sociedad conformada por seis socios. “Tengo un grupo de amigos donde la mayoría tenemos más de 50 años y con el mismo objetivo: emprender. Por eso, creamos un grupo de WhatsApp donde soltábamos cada uno nuestra idea”, relata Estalella. “Con el proyecto ya en mente, empecé a fermentar en casa y hacer pruebas hasta que llegó el día. El 11 de febrero celebré una parrillada y les puse a elegir una salsa de mercado y la que había preparado yo. Fue un rotundo éxito”. En mayo, se constituyó el proyecto y empezaron a trabajar lanzando la preventa con los amigos y después una segunda donde hubo un claro interés por parte de los consumidores.
Sin embargo, pese al interés que surgió en el mercado, Salsas Quietud tuvo su primer reto profesional nada más empezar debido a que se topó con la pandemia. “Aprovechamos esos meses para buscar etiquetas, el formato de los botes, los dosificadores, diseños gráficos…”. Fue al terminar el confinamiento, cuando el negocio se puso en marcha: “Vendimos 400 botellas en las primeras 48 horas”. Eso los animó a buscar una fábrica para poder producir un mayor volumen. Comenzaron con lotes de entre 1.000 y 2.000 botellas y en dos años ya habían vendido más de 10.000 botes y otros 10.000 en camino. En cuanto a sus próximos pasos, Salsas Quietud está enfocado en conseguir una red de distribuidores para lograr llegar a múltiples puntos del territorio nacional y, por otro lado, dar el salto al mercado europeo. De hecho, el 10% de sus ventas son en Alemania.
Un camino repleto de logros y obstáculos que han supuestos grandes aprendizajes para Julio y, que le han hecho tener claro que “no hay que quejarse. Si no encuentras oportunidades, píntalas”. En su caso, el segundo ganador de los Premios +50 Emprende tuvo que aprender de cero todo lo referente al sector, la técnica de preparación, estudiar y formarse. “Yo no he salido de mi zona de confort, sino que la he ampliado”.
En referencia a la formación, el se ha enfocado en tres vías: administración, proceso productivo y los canales de venta y distribución. “Son nuevos conocimientos, por eso la buena actitud es vital”, destaca Estalella. Una actitud admirable y que le ha servido para los momentos más complicados. “El emprendimiento no es sencillo a nivel de ingresos, es muy cansado, exige mucho debido a la cantidad de tareas que tienes que hacer, hasta llegar agotado a clase”. Pero como amante del rugby, Julio lo tenía claro “como en el rugby, hay que seguir siempre adelante y no rendirse”.
Uno de los resultados de todo este trabajo ha sido el galardón de los Premios +50 Emprende, una iniciativa de Generación SAVIA (proyecto de la Fundación Endesa en colaboración con la Fundación máshumano) y la productora 02:59 Films, que llevan cuatro ediciones impulsando el talento senior y promoviendo el emprendimiento en este colectivo que lo tienen muy difícil por la cultura del edadismo.