En un mundo laboral cada vez más competitivo y dinámico, la inteligencia artificial (IA) emerge como un nuevo aliado para los profesionales sénior que buscan reincorporarse en el mercado laboral o emprender su propio proyecto. Una situación en la que se encuentran 837.600 parados mayores de 50 años, un tercio del total de los desempleados en España, tal y como muestran las cifras de la última Encuesta de Población Activa (EPA).
Ante esta realidad, la IA ofrece posibilidades específicas para los desempleados de más de 50 años. Así lo muestra el informe publicado en 2023 por IndesIA “El Mercado de Talento de IA y Datos”, que estima que durante el año pasado aproximadamente un 20% de las ofertas relacionadas con la IA no pudieron cubrirse por falta de profesionales. El estudio refleja también que las ofertas de empleo y el número de profesionales relacionados con la inteligencia artificial aumentó en un 32% entre 2021 y 2022 y en un 20% entre 2022 y 2023. Estos datos indican que la oferta de profesionales especializados en la IA resulta insuficiente para cubrir la demanda actual y futura, ya que se estima que hasta 2025 existirá un 22% más de ofertas de empleo relacionadas con la IA que de profesionales disponibles y que esta situación no empezará a corregirse hasta 2030.
Generación SAVIA, el proyecto de la Fundación Endesa en colaboración con la Fundación máshumano, lleva más de cinco años trabajando a favor del talento sénior. Esta iniciativa impulsa la empleabilidad de los profesionales +50, ayudándoles a explorar nuevas salidas laborales y a adaptar sus habilidades a un mercado de trabajo mediante orientación y formación. “Las capacidades relacionadas con la inteligencia artificial son cada vez más demandadas por las empresas a la hora de contratar profesionales”, asegura Elsa Novo de Miguel, responsable de proyectos de Formación para el empleo en la Fundación Endesa. Por ello, “consideramos de gran importancia formar a los sénior en esta materia para ayudarles a adaptarse a las necesidades actuales del mercado laboral”.
Jesús García Fernández, sénior del programa Generación SAVIA, decidió emprender como consultor de Marketing Digital tras comprender que la digitalización de cualquier negocio resulta completamente necesaria. Jesús afirma que “la implementación de la inteligencia artificial generativa ha elevado mi rendimiento y productividad en un 500%” y matiza la creencia de que la IA puede reemplazar al ser humano y restar oportunidades de empleo. Además, destaca “la importancia del criterio en el uso de esta tecnología, la experiencia vital y profesional, así como el pensamiento crítico, que son fundamentales para evaluar la validez de la información” y aboga por hacer un uso responsable y ético de la misma, resaltando que la decisión de cómo emplearla recae en manos de cada individuo.
Por su parte, Raúl Mata Jiménez, colaborador de Generación SAVIA y cofundador de la empresa Boost Sales 4U, que da formación a emprendedores, señala que “el uso de la IA va a ser un ahorro en tiempo y esfuerzo muy valioso para los emprendedores sénior”. Por ejemplo, tareas como la adaptación de los currículums a diferentes ofertas laborales pueden automatizarse gracias a esta tecnología. Y, además de facilitar el proceso de búsqueda, puede potenciar las habilidades de los profesionales mayores de 50 años y generar oportunidades de trabajo.
Raúl destaca también el papel fundamental de los sénior en el uso correcto de la inteligencia artificial: “La IA necesita de conocimiento para, a la hora de captar datos, identificar aquellos que son reales o aquellos que realmente son útiles para el reentrenamiento. Todavía es necesario el expertise de los sénior para ayudar a acelerarla con su conocimiento”.
La IA no solo mejora la productividad. Además, entre la diversidad de aplicaciones que ofrece existen herramientas que pueden ayudar a los mayores de 50 años a encontrar nuevas posibilidades laborales y puede potenciar las habilidades de los profesionales mayores de 50 años, proporcionando información valiosa para anticiparse y documentarse ofreciendo una ventaja competitiva significativa. Pero también es relevante advertir sobre la dependencia excesiva a este tipo de herramientas, porque debemos utilizarlas siempre como un complemento y no como un sustituto total del trabajo humano.