Islandia y Nueva Zelanda son los países que ofrecen mejores perspectivas para los trabajadores de entre 55 y 64 años. Así se recoge en el PwC Golden Age Index, un índice elaborado por PwC a partir de indicadores como la tasa de empleo entre los trabajadores de estas edades, la comparación de su remuneración con la de los profesionales de entre 25 a 54 años, o la del nivel de participación en programas de formación, entre otros. Mientras que Islandia y Nueva Zelanda lideran el ranking, España se sitúa en la posición número 25º, en la parte media-baja de la tabla, justo por detrás de Irlanda, Holanda y Austria, y por delante de Francia, Italia, Polonia o Bélgica. Alemania destaca en el informe como uno de los países que más ha avanzado en este sentido –ha escalado del puesto 26º en 2003, al 14º-.
El estudio analiza el impacto que tendría en el PIB elevar la tasa de empleo de los trabajadores más mayores a los niveles de Nueva Zelanda. Si analizamos todas las economías de la OCDE en su conjunto, este experimentaría, a largo plazo, un crecimiento adicional de 3,5 billones de dólares. En el caso de España, este crecimiento añadido de la actividad sería de 194.000 millones de dólares –un 15,7% más-, en EEUU de 815.000 –un 4,4% adicional-, en Francia de 406.000 -16,5%- y en Alemania de 3511.000 millones de dólares -10,1%-.
Entre 2015 y 2050, el número de personas con 55 años o más en los países de la OCDE aumentará un 50%, hasta alcanzar los 538 millones de personas. Para compensar este incremento del gasto, uno de los escenarios pasa por incentivar a los trabajadores más mayores a permanecer más tiempo en el mercado laboral, lo que podría incrementar el PIB, alimentar el consumo y tener un efecto positivo en los ingresos fiscales; además de ayudar a este colectivo a mantenerse activo mental y físicamente.
El documento también incluye un análisis sobre el impacto de la automatización en los trabajadores de más de 55 años y concluye que, a finales de la década de los veinte, podrían estar en riesgo en torno al 21% de los empleos de este segmento de la población, como consecuencia de los avances en el ámbito de la robótica y de la inteligencia artificial.
El porcentaje de trabajos en riesgo, no obstante, varía entre el 8% y el 30%, en función de cada país. Así, alcanza un 27% en EEUU, o un 25% en Francia, mientras que España, en mitad de la tabla, se sitúa ligeramente por encima del 20%, y es solo de un 8% en países como Corea.
Según el informe, este impacto se explica porque en los países de la OCDE, los trabajadores de mayor edad tienden a estar empleados para realizar las labores más administrativas, y se apunta que será mayor en sectores como el financiero, de seguros, industrial y de transportes.
“Existe la paradoja de que los trabajadores más mayores a menudo poseen las habilidades más demandadas por las empresas y menos propensas a ser sustituidas por la tecnología como la inteligencia emocional, el temple y la perseverancia. Esto sin mencionar sus conocimientos profundos de la empresa y del sector. Algunas empresas ya están gestionando estos gaps con programas de capacitación impartidas por los mayores a los más jóvenes y de ‘mentorización’ tecnológica impartidos a la inversa”. Richard Lane, director de People & Organisation en PwC.