Como su propio nombre indica el lifelong learning es el aprendizaje de por vida, una filosofía que consiste en no dejar nunca de aprender, estar durante toda la vida abierto y dispuesto a adquirir nuevos conocimientos y habilidades. Las posibilidades de reinserción laboral para los mayores de 50 años aumentan considerablemente llevándolo a la práctica.
Se tiende a dejarse llevar por una errónea actitud que considera la juventud como la principal (y casi única) etapa orientada hacia el estudio y el aprendizaje, relegando, y a veces incluso olvidando, que la formación en la madurez es básica para seguir siendo una apuesta segura y no perder competitividad.
El lifelong learning debe ser una búsqueda continuada, voluntaria y motivada de conocimientos, ya sean personales o profesionales, cuyo objetivo es el de dar como fruto, profesionales de mentes más abiertas y, sobre todo, mejor preparados.
Si eres un profesional senior y buscas trabajo, este desarrollo continuado de nuevas habilidades y competencias, puede convertirse en la clave para que aumenten tus ofertas de empleo.
Los enormes cambios que ha vivido el mercado laboral en las últimas décadas y muy especialmente a lo largo de este último año, y tras los efectos de la pandemia, han hecho que surjan nuevas profesiones, nuevas oportunidades, o que las estructuras de trabajo se hayan transformado de tal modo que requieran nuevos conocimientos.
La tecnología, la inteligencia artificial y la rapidez con que nos hemos visto obligados a adaptarnos al entorno digital presentan actualmente un escenario muy diferente en el que mimará la contratación y promoción de quienes posean nuevos conocimientos y habilidades.
Lo que aprendimos en la universidad o en nuestros últimos años de desarrollo laboral podría haberse vuelto obsoleto. La carrera profesional de los mayores de 50 años necesita formación continua para mantenerse actualizada y ser exitosa. Su empleabilidad depende de la mejora en conocimientos y competencias personales y sociales.
De hecho, de acuerdo con las respuestas proporcionadas por los más de 1.000 profesionales que participaron en el primer estudio de Generación SAVIA en torno a los Efectos de la crisis del Covid-19 y del confinamiento en los mayores de 50 años desempleados, en contra de la creencia generalizada de que el senior no tiene interés en seguir formándose, obtuvimos que más del 70% de los seniors aprovecharon el confinamiento para prepararse y formarse.
Y es que son numerosos los efectos que reporta una formación permanente tanto en los profesionales pero también en las empresas.
Desde el punto de vista del TRABAJADOR, la posibilidad de formarse a lo largo de toda su carrera profesional le aporta:
Para el EMPRESARIO, fomentar el Lifelong Learning también le reporta beneficios:
El aprendizaje puede obtenerse de distintas formas y espacios y con diferentes objetivos y orientaciones. Podemos agruparlos en seis tipologías principales:
Se trata de programas que surgen en momentos determinados por las instituciones que los imparten (véase cursos en la universidad, diplomados o especialidades).
Es cuando la persona tiene el control sobre los pasos que da en su aprendizaje (cursos online, webinars, tutoriales de instituciones educativas o profesionales certificados, etc).
Tiene lugar durante el propio desarrollo laboral de la persona (en nuestro propio trabajo entrenamos habilidades y conocimientos relacionado con nuestro oficio). Hay empresas que incentivan directamente este tipo de didáctica en proyectos, aunque no estén necesariamente ligados a su rol en la compañía.
Lo podemos realizar fuera de las instituciones educativas y de la oficina. Intereses más por gusto más que por necesidad.
Es el que nace de la experiencia humana vivida, de situaciones casuales, conversaciones, viajes, debates o relaciones interpersonales.
Es el tipo de aprendizaje que la persona se organiza como mejor le convenga y empleando las herramientas que mejor considere, desde un tutorial de YouTube a aprender a base de la fórmula de ensayo y error.
Es muy importante romper los falsos mitos que giran en torno a la falta de preparación tecnológica y digital de los trabajadores mayores de 50 años. Los entornos virtuales constituyen hoy en día un campo totalmente nuevo y lleno de oportunidades de empleabilidad. El aprendizaje en las nuevas tecnologías le aporta al trabajador senior:
Los mayores de 50 años no son esos anticuados trabajadores que apenas saben utilizar internet. Existen multitud de falsos mitos en torno a la relación del colectivo sénior con la tecnología, que dañan sus posibilidades de regresar al entorno de trabajo. Formarse y demostrar capacidades es la mejor manera de derribarlos.
El aprendizaje se realiza a través del descubrimiento y la construcción, lo importante es cómo se aprende y cómo se busca información, y se centra en quien aprende, no en quien enseña. Es un aprendizaje más personalizado, y cuyos beneficios se notan inmediatamente.
Estas son algunas de las iniciativas de “aprendizaje de por vida” que nos pueden facilitar el buen desarrollo personal:
La oferta educativa de programas de estudio para seniors supone una gran ayuda para los parados de larga duración de más de 50 años. La combinación de formación continuada con trabajos, o aprovechando los periodos de desempleo con la formación permanente, le aporta al senior una serie de ideas, salidas y soluciones que pueden ir desde autoempleo al emprendimiento. Ya sea a través de cursos, diplomaturas, o experiencias interactivas tanto presenciales como online, el Lifelong Learning para mayores de 50 años juega un papel esencial dentro de los contenidos y herramientas que Generación SAVIA ofrece a los séniors.
SAVIA considera que apostar por la formación de los profesionales mayores de 50 años es una obligación social, una responsabilidad, pero también una gran oportunidad para el tejido empresarial para mejorar la empleabilidad y el retorno al mercado laboral de aquellos profesionales que mejor lo conocen.
Los profesionales senior registrados en SAVIA pueden acceder a través de su plataforma a una gran variedad de formaciones en competencias (digitales, idiomas, coaching e innovación) y habilidades (desarrollo personal y emocional) que puedes reforzar para mejorar tu empleabilidad.